miércoles, 27 de noviembre de 2019

SOLO ANTE... "WATCHMEN" (SEGUNDO VISTAZO)

Vuelvo a la carga con Watchmen, una de las series que más promete del panorama actual. Ya os hable del primer episodio y, ahora que he visto unos cuantos más, toca hacer balance de lo que podemos esperar de este controvertido producto:

Tras un capítulo inicial muy bueno (casi redondo, diría yo) tocaba convencer al personal de que tras la sorpresa y la curiosidad podía haber algo tangible y que mereciera la pena. Es decir, si realmente hay una historia que contar que aporte algo al universo Watchmen, a la televisión y a los fans de los tebeos de superhéroes. 

Las comparaciones con el cómic son inevitables y siempre saldrá ganando este último. Nunca se hará nada similar a la obra de Alan Moore y lo bueno que tiene la serie es que no lo intenta en ningún momento, si no que busca sus propios caminos y estrategias. No se obvian los homenajes, pero dando siempre una vuelta de tuerca al pasado e intentando ir un poco más allá de lo planteado en su día por el genial autor británico.

La serie busca “explicar” determinados aspectos del tebeo, dar una sentido a algunos episodios del mismo y adentrarse sus entrañas. Es una suerte de homenaje-viaje por el papel impreso con la intención de dar una continuidad a la idea sin copiarla o imitarla. No se trata de repetir lo ya visto si no de buscar respuestas a las preguntas, elaborando para ello un nuevo tablero y unos nuevos jugadores. En esas, la serie tiene varios apartados a analizar:

Contexto: los EEUU de la serie tiene los mismos problemas que en los años 80, pero esta vez son más intrincados. El racismo está lastrando el país y parece que el gobierno sólo es democrático sobre el papel. El control social se establece de formas más sutiles y la dictadura asume forma de democracia (algo muy actual, por cierto), escondiendo planes siniestros tras su fachada amigable. La amenaza ya no es la URSS, si no la propia putrefacción de una sociedad anquilosada y en descomposición.

En este sentido se plantean dilemas que ya había en Watchmen-cómic, como son el fascismo, el control de la sociedad, etc. Se incide en el racismo como eje de una nueva forma de respuesta social antes los problemas y se consigue crear una atmósfera inquietante que nos sumerge en un mundo extraño y oscuro. 

Los superhéroes: los supers como tales no existen, si no que han aparecido una suerte de "mega-
policías" que trabajan para el gobierno pero se ven obligados a ir enmascarados.

Esto es bastante coherente con el cómic, ya que se dejó claramente establecido que este tipo de seres serían inviables en una sociedad "normal". Pero al mismo tiempo se establece un dilema, ya que es la propia sociedad la que obliga a los policías a ponerse máscara para poder hacer su trabajo. Y de ahí surge una paradoja que en la serie está muy bien trabajada, puesto que da un giro a la idea original de Alan Moore.

En el capítulo 6 (probablemente el mejor) vemos por primera vez una mirada acerca del arquetipo del superhéroe. Es un episodio claramente influido por los cómics de superhéroes y por Watchmen-cómic. En él se explica el origen de Justicia Encapuchada, uno de los personajes míticos del cómic y que aquí sufre un "meneo" de aúpa, en un episodio cargado de acción y que deja un sabor de boca estupendo. Es un capitulo redondo que marca un punto y aparte en la serie.

El tono: la serie tiene la virtud de tener toques surrealistas sin llegar a ser ridícula en ningún momento. El mundo creado resulta creíble y es consistente, "riéndose" de sus propias limitaciones y absurdos y aludiendo a realidades naif y "extrañas" de la ciencia ficción, el cómic, etc.

El creador de este complejo experimento es un viejo conocido de la TV. Se trata de Damon Lindelof, la mente que ideó Perdidos y Leftovers, dos series que tuvieron bastante éxito en su momento. Su sello se deja ver en todo momento en Watchmen, sobre todo si la comparamos con Leftovers, una serie muy distinta a la media y con un punto de excentricidad que comparte con su nueva creación.

Resumiendo: tras 6 episodios ya puedo decir que este Watchmen promete mucho. Tiene todo para ser una gran serie y tiene un "sabor" a Watchmen que tira para atrás. Poco a poco se van viendo detalles e ideas de algo que puede ser realmente grande.

martes, 26 de noviembre de 2019

SOBRE EL MAESTRO TEZUKA.

Hoy os voy a dejar el enlace de un artículo del gran Osamu Tezuka, el llamado Dios del manga y que os va a permitir conocer más de la vida y obra de esta bestia parda del mundo del cómic:



https://www.elmundo.es/cultura/laesferadepapel/2019/11/26/5dd680a821efa028638b46dd.html

Otro día os contaré más cositas del gran Osamu Tezuka.

lunes, 25 de noviembre de 2019

SOLO ANTE... "EL PADRINO DE HARLEM"

En este frío día de noviembre toca comentar una serie de gangsters que tiene una pinta muy buena. Se trata de “El padrino de Harlem”, protagonizada por el gran actor Forest Whitaker:

La serie cuenta la historia de Bumpy Jhonson, un gangster negro del barrio de Harlem que vuelve a su hogar tras pasar 10 años en la cárcel. Una vez en "casa" el mafioso se encuentra con un panorama bien distinto al que dejó: la mafia italiana controla ahora la zona y Bumpy hará todo lo que esté en su mano para recuperar el trono perdido.

Valoración:

Esta nueva producción de mafiosos presenta una variación con respecto a otras del género, ya que se centra en el mundillo mafioso del "guetto" por excelencia de la ciudad de New York: Harlem. Este mítico barrio yanqui es el escenario de una historia típica de gangsters que toca de refilón el tema del racismo y las dificultades de la comunidad negra de los EEUU. 


Los protagonistas de "El padrino de Harlem" son dos viejos conocidos del cine y de la TV de los USA: Forest Whitaker y Vincent Donofrio, actor secundario que últimamente está apareciendo en un buen puñado de series (caso de Deredevil, en la que daba vida a kingpin). Ambos llevan claramente el peso de la serie, con un duelo interpretativo de esos que crean escuela. 

Además, la serie tiene cierto afán histórico, representado en la figura del activista Malcolm X, uno de los personajes más importantes en la historia de comunidad negra de los Estados Unidos. Malcolm es aliado de Bumpy y ambos buscan, a su manera, la "liberación" de su gente...

Estamos ante un producto bastante decente y con alicientes suficientes para darle una oportunidad. Sólo por la pareja protagonista ya merece la pena, a lo que hay que añadir unas buenas dosis de acción, tramas de género negro y mafiosil y una buena recreación de la época. Serie interesante y con provenir.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

SOLO ANTE... "WATCHMEN" (SERIE HBO)

Hoy toca una serie de las que tiene pinta de ser una de los pelotazos del año: watchmen, título que llega con una tremenda expectación aparejada y en el que hay puestas muchas esperanzas.

Trama:

Watchmen se sitúa un par de décadas en el futuro con respecto al tebeo. Han pasado muchos desde los sucesos del cómic y EEUU vive ahora en una suerte de paz precaria pero estable. Sin embargo, nuevas tensiones aparecen en horizonte y amenazan con romper esta estabilidad tan precaria...

Estas distorsiones están provocadas por un grupo similar al Ku Klux Klan, cuyo objetivo es iniciar una guerra racial que lleve al país al desastre. Este grupo se inspira en Roschard, uno de los “héroes” caído en desgracia en los años 80. Estos terroristas actúan en Tulsa, cuya policía crea un grupo especial de policía que luche contra esta lacra. 

Valoración:

Era difícil pensar que alguien se atreviera a crear una secuela de Watchmen, uno de los cómics más importantes y complejos de la historia. Hacer una adaptación para el cine ya era complicado pero hacer una continuación como serie de TV era rizar el rizo. ¿Qué carajo podíamos ver que no nos supiera a refrito o a una copia barata y nos invitara a ponernos delante de la tele?...


Pues resulta que los creadores de Watchmen han conseguido lo que parecía imposible. Han logrado de la serie de TV “huela” al cómic por los 4 costados, asumiendo desde el minuto uno la esencia del mismo. No sólo no es un plagio o un “remake” del montón, si no que nos sitúa en un escenario que, sin ser el mismo, es tan complejo y oscuro como el original. Un contexto interesante y denso en el que la contradicción superheroica es la base de todo pero en el que se exploran conceptos como el fascismo, los límites de la libertad, el racismo, etc.

Hay muchos aspectos positivos, el más importante es la innovación que se hace con respecto a los superhéroes, de tal forma que son los propios policías los que se ven obligados a llevar máscara para proteger su identidad. Esta idea choca radicalmente con el hecho de que en el original los enmascarados eran la antítesis de la legalidad. Es decir, la fina línea entre el “superhéroe” (en este caso una versión muy oscura del mismo) y el agente de la ley se va difuminando poco a poco, creando un nuevo "escenario ético".

Los “superhéores” que vemos en la serie no son el arquetipo de referencia del género, ni mucho menos. Lo bueno es que sin ser supers, los policías de Tulsa son, a su manera, un nuevo tipo de justiciero. Esta es otra clara referencia-homenaje al cómic, que trata de buscar nuevos iconos para la serie y huye de explotar la baza de los personajes ya conocidos.

La sociedad que nos presenta la serie es una suerte de "utopía-distopica", en la que hay una mezcla entre una enorme libertad y un estado policial en el que los derechos de las personas son pisoteados en aras del bien común. Sin embargo no hablamos de un estado totalitario al uso, si no de uno en el que ha ganado el “buenismo” frente a la intolerancia, creando a su vez un nuevo tipo de intolerancia más intrincada. Un mundo extraño y denso como lo era el del cómic.

La trama de esta Temporada inicial es claramente un homenaje al cómic de Alan Moore y Dave Gibbons, aunque no es un calco de la misma. Hay un crimen misterioso y una investigación, a lo que hay sumar una “amenaza” en la sombra que esconde un misterio. Es lo mismo pero sin serlo, puesto que el escenario es otro, hay evolución (en la propia sociedad) y hay cambio.

Los homenajes de la serie van más allá de los detalles, siendo obvio que el pasado juega un papel decisivo en el presente. Roschard está sin estar, porque su presencia se deja notar en el aire. Ozzymandis aparece de una forma que es tan drástica como coherente al personaje...

Está claro que los héroes de antaño van a volver a dar guerra pero no sabemos cómo ni cuándo, creando el clima de expectación en torno a los mismos. ¿Cuantos saldrán y cuando los veremos?... 

Poco más puedo contar, de momento, de esta serie. Mi primera impresión es que han tocado las teclas correctas para hacer algo más que digno y que podemos estar ante una serie de esas que dejan huella. No es una serie más ni al uso, pero quien ame el cómic no querría nunca algo así... Sólo cabe esperar que este inicio sea el comienzo de algo grande, tan grande como el cómic.