TURN está de vuelta. Y con ella una de las mejores series de espías de los últimos, ambientada en un periodo histórico más que interesante: la independencia de los EE.UU.
El renegado Rob Rogers
Esta cabecera nos ha regalado 2 primeras temporadas excelentes, marcadas por un ritmo narrativo trepidante, tramas muy sólidas y grandes interpretaciones. Todo sin un despliegue de medios demasiado llamativo y huyendo de grandes batallas y acción desaforada. Es decir, "perfil bajo" en lo visual pero mucha "chicha" en los argumentos...
Básicamente hablamos de una serie de suspense muy centrada en los personajes. Grandes dosis de enredos personales y políticos, traiciones, etc. El trasfondo histórico que no agobia y es un escenario ideal para los misterios que se plantean en este juego de ajedrez.
En la nueva entrega tenemos al protagonista, Culper (un agente secreto de los colonos que quieren crear el nuevo país) metido en nuevos líos y "frentes de guerra". Su padre, el honrado juez partidario del Imperio Británico, se convierte en su más peligroso enemigo y, además de esto, tendrá que enfrentar a mil peligros en forma de agentes enemigos.
La otra cara de la moneda es el estirado Jhon André, un militar inglés que se convierte en la nemesis de Culper, aunque sea en una "guerra fría" de inteligencia en la distancia. Alejado del refinado André, tenemos al Ranger Robert Rogers, excelente personaje (un renegado busca vidas que busca venganza) que cobra mayor protagonismo en los primeros episodios. Rogers no es un caballero, ni quiere serlo, si no un "producto" de las miserias de la guerra y las ambiciones ajenas.
Para terminar decir que TURN es una de mejores apuestas del momento. Un titulo distinto y con un sello personal, alejado de efectismos pero con unas bases muy sólidas. Serie más que recomendable.
