lunes, 15 de junio de 2020
SOLO ANTE... "NOSOTROS, LOS MUERTOS" (CÓMIC)
domingo, 14 de junio de 2020
SOLO ANTE... "STARTUP" (PRIMER VISTAZO)
miércoles, 10 de junio de 2020
SOLO ANTE... "THE WHITE PRINCESS"
The White Princess es una serie del año 2017 que narra la vida de la Elisabeth de York, una joven caída en desgracia que deberá casarse con el gran enemigo de su familia, el Rey Enrique VII (de la familia Tudor). Tras ese matrimonio su cambiará radicalmente, teniendo que mantener una lucha constante entre la llamada de la sangre y su nueva vida como reina de Inglaterra…
Esta miniserie se podría definir como una de las múltiples sucesoras de Los Tudor, una producción que marcó claramente tendencias en su día (a pesar de haber terminado hace ya 10 años). El estilo viene a ser similar: puesta en escena “coqueta”, con un tono romántico y con las intrigas palaciegas de rigor, toques de acción... receta conocida y claramente en tono comercial.
El contexto histórico de la serie puede resultar menos atractivo que las correrías de Enrique XVIII, pero en la Inglaterra de esa época uno no se aburría nunca. Las luchas de poder eran intrincadas y muy viscerales, llegando a enfrentar a hermanos contra hermanos, padres contra sus propios hijos, etc. Un galimatías de tomo y lomo en que la situación política podía cambiar radicalmente de un día para otro.
Pero la serie huye de excesivas complejidades para centrar el foco en un puñado de personajes entre los que destaca Elisabeth, joven fuerte y valiente que debe tomar decisiones con esmero para poder sobrevivir en un entorno hostil. Lo que podríamos definir como una mujer “feminista” de esa época (con todos las limitaciones que obviamente había en esos tiempos a la hora de ejercer como tal.)
The White Princess es un producto aseado, aunque está lejos de la excelencia de Los Tudor. Se podría definir como un entretenimiento de época sin demasiadas pretensiones que cumple con sus premisas sin alargarse demasiado en el tiempo. Buen entretenimiento para ver del tirón.
SOLO ANTE... "NARCOS"
Siguiendo con las series al estilo Gomorra (gran producto, por cierto), vamos con uno de los títulos más popular de los últimos años y que ahora llega a “Solo ante” con mucha fuerza: Narcos.
Esta serie narra las aventuras y desventuras de uno de los personajes más controvertidos del siglo XX: el narcotraficante Pablo Escobar. En la misma, Netflix nos ofrece lo que pretende ser el retrato de un país y una época a través de la figura de un personaje con una fuerza y carisma innegables.
Narcos hace un recorrido por los últimos años de la vida de este icono “de muchas cosas”, apostando por una visión no excesivamente edulcorada del mito. Esta versión del personaje es tan potente como creíble, mostrando a un tipo sin escrúpulos capaz de todo para mantener su imperio, ahondando en una personalidad claramente megalómana y perturbada.
Se puede decir perfectamente que Escobar (al menos el que sale en la serie) fue un hombre de su tiempo y de sus circunstancias, nacido y criado en un país tan bello como podrido como era la Colombia de los 90. Un lugar en el que la vida humana valía bien poco y en el que el tráfico de drogas era la única salida vital de millones de jóvenes, los cuales veían en el crimen u medio de subsistencia como otro cualquiera.
Pablo Escobar fue uno de esos jóvenes que llegó a ver cumplido su sueño, algo que le llevó a cima de una sociedad con unos valores profundamente trastocados. Su moralidad se define en la mítica frase “plata o plomo”, todo una declaración de intenciones por parte de este “genio” del crimen.
La Colombia de los años 80 y 90 era uno de los peores lugares del mundo para nacer. Una nación sacudida por la pobreza, la guerra, la corrupción, etc. con unos contrastes brutales que generaban violencia por doquier. La serie refleja perfectamente ese entorno hostil y complejo pero bello al mismo tiempo, en una recreación de la época más que respetable y atrayente.
En ese mosaico que era Colombia teníamos todos los ingredientes para crear una trama adictiva: narcos, gobierno corrupto, guerrillas comunistas, paramilitares de ultraderecha, más narco, la DEA, la CIA… todo un entramado de intereses a cual más intrincado.
Porque Escobar no sólo fue un narco ignorante venido a más, si no que tuvo sus aspiraciones políticas, algo que le llevó a cavar su propia tumba. En un país con una enorme corrupción, la presencia de un criminal reconocido en la vida política no suena tan extraño como podría sonar en Europa.
Pero además de esto, "el patrón del mal" tuvo en vilo al gobierno de su país durante muchos años, estirando al máximo la cuerda de las negociaciones con las autoridades que le querían dar caza. Eso habla de una inteligencia muy por encima de la media, de un tipo que fue capaz e escapar mil y una veces del cerco policial para salirse con la suya de forma magistral.
No puedo terminar sin destacar lo que a mi juicio hace de esta serie (al menos de sus dos primeras temporadas) un hit es la actuación del actor Wagner Moura, que nos ofrece un papel memorable en el que transmite todo el poder y el carisma de mayor narco de todos los tiempos.
En resumidas cuentas, podemos definir Narcos como un intento por reflejar (o resolver) el “enigma escobar” intentando no caer en el sensacionalismo barato y sin adornar en demasía lo que fue el personaje. Una perspectiva un tanto neutra en la que no haya buenos y malos, o los hay pero siempre matizando los colores en función del contexto del momento.
Como producto televisivo, pocas pegas se le pueden poner: serie adictiva y muy bien contada. La vida de un personaje diferente que queda resumida en esta mítica frase “plata o plomo”.