domingo, 15 de diciembre de 2019

REFLEXIONES COMIQUERAS: EN ESAS LLEGÓ LOBEZNO.

"Sólo ante..." inaugura sección sobre cómics. Su nombre es "Reflexiones comiqueras" y en ella hablaré de diferentes aspectos del arte secuencial (tebeos, cómics, historietas o como lo queráis llamar. Para empezar vamos ha hacer un repaso de la trayectoria de un personaje que siempre me ha apasionado: el bueno de Logan/Lobezno. 

La aparición de Lobezno es ya un hito en la historia de los cómics de superhéroes. Su primera y modesta aparición fue en 1974 y por aquel entonces nadie podía imaginar que el personaje llegaría a ser un icono de Marvel. Ni mucho menos, ya que Lobi era un tipo bajito, sin poderes notables que vestía amarillo y que aparentemente carecía del carisma necesario para llegar al lugar que luego alcanzó. 

A pesar de todo, Lobezno fue creciendo poco a poco hasta convertirse en un asiduo en diversas series, proceso que culminó en la creación de su propia serie, en los años 80. A partir de ahí la popularidad de Logan fue creciendo y hoy por hoy es el personaje más popular de la Franquicia mutante y está entre los 5 más famosos de toda Marvel. Increíble. 

La pregunta es: ¿qué tiene Lobezno para ser haber logrado tal éxito en tan poco tiempo (relativamente)?...
Vamos con alguna claves: 

El mutante por excelencia. Los mutantes siempre han sido héroes extraños y bizarros. Son la quintaesencia de los "antihéroes", ya que no son admirados ni queridos; son extraños, oscuros, temidos, etc. Y dentro de esta "raza", Logan es probablemente uno de los más extraños y oscuros. Siempre solo, con un pasado oscuro, bebedor, fumador... Un outsider en toda regla que rompía los moldes incluso dentro de la rareza que suponían los X-Men, que suponían una nueva vuelta de tuerca  al género de los superseeres.

Un arquetipo para los nuevos tiempos. Lobezno fue la cabeza visible de los "nuevos" X-Men en la que fue la 2ª generación de los mutantes Marvel. En aquellos tiempos de cambios la Casa de las Ideas intentó (con mucho éxito) revitalizar la franquicia mutante con un nuevo equipo encabezado por Logan y en el que estaban también Coloso, Tormenta, Rondando Nocturno, etc. Este equipo era una mezcla extraña de personajes "malditos" que además venían de todos los puntos del orbe. Su impacto fue tal que cambió la historia de la editorial y de la franquicia.

Eran finales de los 70 y el cómic de superheroes estaba cambiando a pasos agigantados. Se buscaban tebeos cada vez más adultos y personajes más complejos para enganchar a nuevos lectores. Era un cambio lógico que estaba acorde con los cambios sociales y políticos de los años 70 y 80, durante los cuales EE.UU. sufrió una serie de transformaciones muy profundas (algo que se reflejó en los cómics).

En ese contexto un personaje como Lobezno venía como anillo al dedo, puesto que era un héroe con muchos matices, que no tenía reparos en matar y hacer lo que fuera para conseguir sus objetivos. Nada que ver con el arquetipo de superhéroe establecido hasta esos momentos.


El atractivo del "lado oscuro". Hoy en día estamos hartos de ver antihéroes protagonizando series, cómics o películas, pero en los años 70 tipos como Lobezno eran una novedad. No era tan normal que un personaje tan oscuro fuera el centro de los focos, por lo que la repercusión fue todavía mayor. Probablemente no fue algo buscado, pero el éxito del personaje fue tan enorme que pasó de ser un secundario pintoresco a ser el más popular de los mutantes con una gran diferencia.

Logan tenía ese "algo" salvaje que tanto nos atrae. Era y es un reflejo de la parte oscura que tenemos todos y que nos empeñamos en esconder, aunque siempre está ahí. En ese sentido, se trata del primer "malote" que triunfó en Marvel, la antitesis del "buenismo" de Spiderman que fue capaz de robarle protagonismo y competir con él en prestigio entre los fans.

Estas son algunas de las claves para comprender cómo un tipo bajito con un traje un tanto ridículo fue capaz de llegar a lo más alto de la fama, tanto en el cómic como en el cine. Y por muchos años...









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