jueves, 23 de enero de 2020

SOLO ANTE... "DRÁCULA" (miniserie de Netflix)

Después de la fantasía llega el terror… hablo de la Miniserie Drácula, la enésima versión de la historia del vampiro más famoso de todos los tiempos narrada por el escritor Bram Stoker en su novela con el mismo título. Un "remake" que se mueve entre el homenaje a los clásicos y el experimento televisivo: 

La trama de la serie está vagamente basada en la novela de Stoker. Digo vagamente porque es una “derivada” del libro en la que se parte de la misma premisa para crear algo más arriesgado y fresco. Una visión moderna y al mismo tiempo clásica del mito que funciona en varios niveles y que tiene ese toque de humor y saber estar que solo saben aportan los británicos.


Se nos muestra a un Drácula extremadamente malvado pero irresistible. Un "Rey de los vampiros" con una presencia y una credibilidad pocas veces vistas. Todo gracias al actor Claes Bang, que hace un trabajo excepcional dando vida a un ser cruel y despiadado a la par que carismático y atractivo. Un conde tenebroso y poderoso con una presencia bastante sobrecogedora.

Más allá de las tramas presentadas, el objetivo es contar quién es Drácula y por qué hace lo que hace, con todo lo que eso significa. Es una perspectiva novedosa y que aporta un enfoque que puede asustar a algunos puristas pero que tiene su enjundia, ya que aborda temas bastante escabrosos (sin perder de vista el entretenimiento y la aventura).

La puesta en escena es otro de los aciertos de la serie. Una producción ambiciosa y que cuida los detalles, creando un clima de terror que se acerca a los clásicos pero que está tamizado con momentos surrealistas y algo hilarantes. 

Poco más que añadir sobre lo dicho: una miniserie de esas que merece mucho la pena. Una revisión de un mito que suma algo y no resta; un Drácula que recuerda al conde pomposo pero que no cae en la caspa. Una vuelta de tuerca graciosa y con clase. 

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