Trama: "Nucky" Thompson es acusado por la policía de amaño electoral, hecho que le pondrá en una situación muy delicada. Mientras intenta eludir la acción de la Justicia, un grupo de "aliados" aprovecha su situación de debilidad para intentar ocupar su lugar en el escalafón de poder que gobierna Atlantic City.
Uno de los conspiradores es Jimmy Darmody, el "hijo adoptivo" de Nucky. El muchacho, cansado de los supuestos desplantes de su "padre, se dejará llevar por su ambición y sus más inconfesables deseos y complejos...
Comentario: la 2ª temporada de Boardwalk sigue la estela de la magnifica primera temporada, apostando por la continuidad y insistencia de un "modelo" basado en la sobriedad y el cuidado en cada detalle. Una apuesta por un trabajo bien hecho que se deja notar en una ambientación brillante, unos personajes muy bien perfilados y unos guiones solventes.
Esta es una serie pensada para triunfar y que transita por caminos seguros y conocidos, asumiendo los riesgos justos y necesarios. Sus creadores no buscan sorprender ni innovar, simplemente gustar, dejar el pabellón bien alto y hacer disfrutar al personal con una historia de Gangsters a la vieja usanza.
Es loable el intento por reconstruir fielmente los USA de principios del S. XX, un esfuerzo de producción que, de por sí, merece un aplauso. La recreación del entorno sociocultural y de la forma de vida es muy acertado y nos acerca a un mundo desconocido y ajeno pero que no queda tan lejano en el tiempo. Los usos y costumbres son distintos, pero hay cosas -la ambición, el amor, la violencia, etc.- que nunca cambian...
Dejando eso de lado, la serie nos sigue contando las desventuras de un personaje poderoso ligado al crimen organizado con un fuerte vínculo. Digamos que Nuky Thompson es un "producto de su época", de un momento de la historia de los EE.UU. en el que se estaba creando lo que hoy es ya una parte importante del "american way of live".
Hay una delgada línea que separa al delincuente del héroe local y "proveerdor" de bienestar, el que mantiene el precario equilibrio allá donde la justicia no llega o está vendida al mejor postor. Por eso, el protagonista juega a ser un "conseguidor" respetable y mantener un sentido del honor discutible pero eficaz, actuando en todo momento como la víctima y no como lo que es: el verdugo.
En esta temporada, sin embargo, empezamos a ver la verdadera cara de un tipo sin escrúpulos capaz de todo con tal de mantener su poder. Un autentico gangster que se pone manos a la obra para salir airoso de sus líos legales y vengarse de sus enemigos sin piedad, aunque el entorno acabe por convertirle -casi- en un "angelito"...
En el otro lado (o en el mismo), tenemos a Jimmy Darmody, personaje muy carismático y complejo que adquiere mucho peso y del que sabremos más cosas a media que avanza la temporada. Se trata de un joven amargado y sin ganas de vivir que se regodea en la culpa y en el odio que siente hacia su mentor, al que culpa de todos sus males.
El tono de la serie se vuelve más gangsteril y más duro, sin olvidar los momentos poéticos y un sentido del humor ácido y contundente. Todo para crear una atmósfera densa y cruda que dibuja un mundo hostil y pedregoso en el que hay poco espacio para la bondad y la decencia. Todo vale, esa es la única regla universal vigente.
Boardwalk no pretende romper moldes moldes ni reventar esquemas, simplemente pretende contarnos una historia grande -casi épica- sobre un hombre poderoso, su mundo y sus circunstancias. Una serie ambiciosa que huye de histrionismos y va directa al grano, poniendo toda la carne en el asador y sin perder nunca la perspectiva de lo que quiere y cómo lo quiere: contar una historia y contarla bien.
Estamos ante una "peli" de gansters clásica contada a lo grande y sin escatimar dinero ni atención. Ante esto, sólo nos queda sentarnos y disfrutar.
Hay una delgada línea que separa al delincuente del héroe local y "proveerdor" de bienestar, el que mantiene el precario equilibrio allá donde la justicia no llega o está vendida al mejor postor. Por eso, el protagonista juega a ser un "conseguidor" respetable y mantener un sentido del honor discutible pero eficaz, actuando en todo momento como la víctima y no como lo que es: el verdugo.
En esta temporada, sin embargo, empezamos a ver la verdadera cara de un tipo sin escrúpulos capaz de todo con tal de mantener su poder. Un autentico gangster que se pone manos a la obra para salir airoso de sus líos legales y vengarse de sus enemigos sin piedad, aunque el entorno acabe por convertirle -casi- en un "angelito"...
En el otro lado (o en el mismo), tenemos a Jimmy Darmody, personaje muy carismático y complejo que adquiere mucho peso y del que sabremos más cosas a media que avanza la temporada. Se trata de un joven amargado y sin ganas de vivir que se regodea en la culpa y en el odio que siente hacia su mentor, al que culpa de todos sus males.
El tono de la serie se vuelve más gangsteril y más duro, sin olvidar los momentos poéticos y un sentido del humor ácido y contundente. Todo para crear una atmósfera densa y cruda que dibuja un mundo hostil y pedregoso en el que hay poco espacio para la bondad y la decencia. Todo vale, esa es la única regla universal vigente.
Boardwalk no pretende romper moldes moldes ni reventar esquemas, simplemente pretende contarnos una historia grande -casi épica- sobre un hombre poderoso, su mundo y sus circunstancias. Una serie ambiciosa que huye de histrionismos y va directa al grano, poniendo toda la carne en el asador y sin perder nunca la perspectiva de lo que quiere y cómo lo quiere: contar una historia y contarla bien.
Estamos ante una "peli" de gansters clásica contada a lo grande y sin escatimar dinero ni atención. Ante esto, sólo nos queda sentarnos y disfrutar.
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