CINE: "MARGIN CALL"

Trama: un joven empleado de una gran empresa financiera de los USA, encuentra, casi sin querer, una serie de irregularidades en la contabilidad. Lo que en principio parece una alarma menor, acaba por desencadenar una serie de acontecimientos que podrían dar al traste con la compañía y, de paso, con la economía del país...

Lo primero que destaca de esta película es su gran reparto, encabezado por un Kevin Spacey que da vida a uno de los altos ejecutivos de la empresa. El veterano actor interpreta con una solvencia tremenda a un personaje con matices: ha sido siempre un jefe exigente y ambicioso pero mantiene cierta dignidad y no se vende al mejor postor. Es un "tiburón" de las finanzas pero no está dispuesto a traspasar ciertos límites.

Al bueno de Spacey le acompañan un buen número de grandes actores, caso de Stanley Tucci (excelente, como siempre), Demi Moore y un Jeremy Irons que borda su rol de magnate sin escrúpulos al que no le importa pisar todas las cabezas que sean necesarias para mantener los márgenes de beneficio. Todos dan vida a una serie de individuos cuyas vidas se entremezclan en un momento crucial que puede suponer un punto y aparte en sus existencias...

Los personajes están perfectamente retratados y todos cumplen su función en un "juego" macabro en el que los que pagan las consecuencias son sólo peones de una gran partida "virtual" en la que se manejan cientos de millones de dolares como si fueran calderilla. Todos son, en menor o mayor medida, los artífices y las víctimas de un sistema viciado de raíz y con demasiados claroscuros.

Además de un elenco de protagonistas demoledor, Margin Call destaca por una puesta en escena sobria y sin artificios, unos grandes diálogos (lo mejor del film) y un ritmo que nos mete de lleno en una trama densa que va creciendo en intensidad e interés medidas que pasan los minutos y nos vamos dando cuenta de quien es quien y qué es lo que realmente está pasando.

Me ha encantado la propuesta que ofrece Margin Call porque habla de un tema de rabiosa actualidad -la crisis financiera- con franqueza, claridad y brillantez. Una muestra palpable de que se puede hacer buen cine sin tener que hacer que todo salte por lo aires y de que queda espacio para un tipo de historias inteligentes y maduras. Gran producción.