domingo, 6 de noviembre de 2016

SOLO ANTE... "UN MONSTRUO VIENE A VERME" (cine)

La última peli de Bayona venía acompañada de un aparato de Marketing bestial. Tanto que era casi imposible decir "no" a ir al cine a verla. aunque con un poco de pereza (todo hay que decirlo)...

Bayona saltó a la fama con El Orfanato, un buen film que seguía la estela de títulos como Los Otros, de Alejandro Aménabar. La peli, además de estar muy bien hecha, tenia una gran dosis de sensibilidad y un gran trabajo actoral, algo que ayudaba a que la historia funcionara y tuviera un "plus" a mayores. Me gustó bastante, aunque estaba lejos de llegar a la categoría de obra maestra. 

En esta ocasión, mi impresión no ha sido la misma... Huyendo -en parte- del elemento sobrenatural, Un Monstruo Viene a Verme es un drama más convencional que habla sobre la enfermedad y la infancia con un toque fantástico. Una buena mezcla que funciona a ratos pero que no deslumbra. 

Estamos ante un film bien contado, con una puesta en escena impecable, pero que apenas tiene sorpresas y puntos diferenciales. La sensibilidad está presente nuevamente, pero quizás faltan aspectos que aporten chispa a una historia bonita pero un tanto rutinaria. 

El problema puede ser que el "monstruo" no está bien definido o "encuadrado" en la trama y algunas de sus apariciones me parecen innecesarias o un tanto ajenas a todo lo demás, como si estuviera metido con calzador. 

Sólo al final del metraje sabemos qué es realmente el monstruo (aunque no deja de intuirse antes), y un desenlace "marca de la casa" explica su procedencia y qué sentido tiene, aunque eso no arregla la "desconexión" que hay entre las partes en las que sale y el resto de la peli. Puede ser este el elemento que menos me gustó de todos. 

Por lo demás, y enlazando con  lo anterior, faltan referencias al pasado que conecten lo que vemos al final con el desarrollo del "cuento", además de cierta química entre el chaval y su madre (química que sí hay con la abuela). La presencia fugaz del padre tampoco parece demasiado necesaria ni aporta mucho. 

El trabajo de los 3 protagonistas es sobresaliente, sobre todo el del chaval Lewis MCdougall, que brilla en su papel de niño asustado y enfadado con el mundo ante una realidad que le supera. Por su parte, la gran Sigourney Weaver da muestras de su buen hacer de casi siempre, con una actuación a la altura de lo que es: una estrella. 

En resumen, estamos ante una buena peli, pero queda lejos de ser ser redonda. Es un drama con momentos muy intensos, un buen reparto y muy bien rodado, pero poco más. Mucho ruido detrás de un título correcto. 


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