SOLO ANTE... "THE BOYS" (ANÁLISIS DE LA 1ª TEMPORADA)

Hoy toca hacer balance de la primera temporada de The Boys, esta particular serie de superhéroes que busca hacer una "revisión" del género: 

Trama: 

The Boys es un grupo muy particular de personajes que tiene como objetivo acabar con el famoso grupo de superseres conocido como Los 7. Para ello reclutan a un joven cuya novia muere a manos de uno de los héroes, en un suceso que se vende como un trágico "accidente". El chico no se cree la versión oficial sobre el fallecimiento de su novia y comienza su particular operación de venganza contra los que considera los culpables de su desgracia.

Al poco de comenzar su misión, el muchacho se topará con El Carnicero, un extraño personaje que odia a los superhéroes con todas sus fuerzas. Se trata de un tipo atormentado y con un pasado oscuro que quiera destruir la credibilidad de Los 7 a toda costa, usando todos los medios que tenga a su alcance...

Valoración: 

The Boys es una serie que abarca una amplia variedad de temáticas: política, corrupción, la responsabilidad del poder, terrorismo, etc. Todas pueden dar mucho de sí, siempre y cuando se aborden con inteligencia.

Tengo que empezar diciendo que no soy un gran fan de Garth Ennis, el guionista de los tebeos en los que se basa la serie. Se trata de un escritor con fama de "bestia" cuyas obras muchas veces se quedan en meras "macarradas" sin demasiada profundidad. Su humor es excesivo y su critica a los superhéroes puede divertir pero no explota argumentos que puedan ir más allá y hacer pensar y/o reflexionar. 

En esta serie tenemos muchos momentos de humor negro y excesivo, algo muy típico de la obra  original de Ennis. El peligro es que el humor negro y los excesos eclipsen los elementos que podrían elevar el nivel de la serie, algo que no llega a pasar -del todo- en la primera temporada.

Si dividimos The Boys en apartados podríamos hablar de estos:

Superhéroes: en este sentido la serie acierta a la hora de retratar una sociedad con este personajes presentes en la vida diaria, algo que, a priori, es bastante complicado. El mundo superheorico presentado es creíble y "realista", punto que ayuda a dar credibilidad a la historia.

Humor: sin pasarse de frenada el humor es fresco y no desentona con el resto. Hay algunas escenas memorables y algunos de los personajes son sencillamente hilarantes (aunque a mi el Carnicero, por ejemplo, no llega a convencerme).

Tramas políticas: el conflicto con el gobierno por la inclusión de los supers en el ejercito es lo más interesante de la serie en sí, además del misterio del origen de los seres con poderes. Este tema es tratado con bastante acierto, presentando a la empresa que controla a los supers como el verdadero poder en la sombra cuyo objetivo es hacerse con el poder político. Quizás falta ahondar un poco más en este pilar de la serie, dejando de lodo otros que no aportan demasiado o a los que se dedica demasiado tiempo (como la vida y obra de A-Train, entre otras).

La parte en la que se descubre que se están inyectando a niños en hospitales (como si tal cosa) es algo absurda. Además resulta un poco increíble la facilidad con la que The Boys acceden a lugares que supuestamente son ultra secretos y deberían estar muy protegidos.

Tramas personales: la historia de amor entre el protagonista entre Hugie y Annie es un rollo, así como la del pasado del Carnicero. Sí me gusta más tanto el tratamiento que se da al Patriota y a Profundo, siendo el primero el gran prota de esta primera temporada (gran personaje del que hablaré en otro post).

Resumen: la primera temporada termina con muchos cabos sueltos (lógico) y dejando el pabellón bastante alto, siendo un buen aperitivo de lo que estaría por llegar. Temporada muy recomendable y con momentos brillantes en la que el peligro es que se deje de lado el "meollo" de la cuestión y se centre todo en los fuegos de artificio. 

Esperemos que los creadores de la serie busquen hacer una historia consistente y se centre en aspectos más complejos, porque ahí es donde podremos ver un producto diferente. De momento, la cosa promete bastante.