Tiempo para hablar de City on a Hill, otra serie de policías de esas que se sale un tanto de la norma y que cuenta con la presencia del incombustible Kevin Bacon, un actor de raza que hace un papel más que interesante.
Esta producción yanqui narra en la investigación del asesinato de varios vigilantes de seguridad durante un atraco. El caso es asignado a un fiscal negro que trata de abrirse camino en un ambiente claramente hostil por el racismo imperante en todos los estratos sociales de la ciudad. A pesar de todo contará con la ayuda de un policía de dudosa reputación para resolver el complejo crimen.
Valoración:
City on a Hill es otra serie apunta maneras. Se trata de una combinación de serie clásica de policías con un trasfondo político y social en el que se quiere retratar una época compleja de la historia de los EE.UU., centrando la mirada en la realidad de las calles, la delincuencia, los conflictos sociales, la corrupción policial, etc.
La acción transcurre en la ciudad de Boston, que durante décadas sufrió unas cotas importantes de racismo y corrupción policial. En este contexto se narra una historia dura (aunque no pasar el límite) muy al estilo a The Wire, aunque hay que decir que en ningún momento se pretende ser una copa o algo similar (algo que es muy de agradecer)
En el reparto destaca un Kevin Bacon que da vida al típico poli sucio de vuelta de todo pero que tiene su corazoncito y aún alberga algo de sentido de la justicia (muy poco, todo sea dicho). Se trata de un tópico entre tópicos y un papel hecho a medida, hecho que no evita disfrutar de su trabajo. El reparto se completa con actores no demasiado conocidos pero que hacen un excelente trabajo.
La primera temporada apunta muchas maneras, hay que decirlo. Hubiera faltado pulir alguna de las tramas (la más floja es la del cura abusar líder de la comunidad) y dar más chance a algunos personajes/situaciones (quizás más calle), pero en líneas generales es una primera entrega muy digna y que se puede ver como una historia con final, puesto que se cierran todas las tramas iniciales sin dejar apenas cabos sueltos.
La historia es interesante y los personajes, más aún. La recreación de los años 80 es notable y hay bastante intriga y acción, además de algunas dosis de política y realidad callejera. Una serie que no aporta nada realmente novedoso pero que tiene buenos argumentos para ser tenida en cuenta ahora y en el futuro.
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