Boardwalk Empire (BD) finalizaba hace unos meses tras una andadura un tanto particular: cuatro temporadas y una de las series que más prometía de la última década terminaba con una sensación agridulce. Agridulce porque BD iba para gran obra de referencia y apuesta de peso de HBO, pero se encontró con unas audiencias un tanto frías. La innegable calidad del producto no vino acompañada de un respaldo sin fisuras del público, lo que llevó a la inevitable decisión de cerrar el chiringuito y darle un digno final a la historia.
Nunca sabremos por qué ese recelo de la audiencia, pero tampoco importa demasiado, porque la decisión estaba tomada. Queda analizar la última temporada, sin destripar nada al personal:
La 4ª entrega de BD es, probablemente, la más floja de todas. Salta a la vista las prisas por dar un final digno a las diferentes tramas, algo que no se consigue del todo. Quizás sea esa necesidad por cuadrarlo todo lo que deja algunos cabos muy sueltos, dando como resultado una cierta sensación de vacío.
Resumiendo mucho se puede decir que el "final" de algunos de los personajes es muy desangelado, poco acorde con su peso y trayectoria en las temporadas anteriores, en las que habían sido los pilares de serie. Una verdadera pena.
Tramas como las del agente del FBI convertido en mafioso o las del hijo de Eli (hermano de Nucky) acaban de forma abrupta y demasiada gloria. En otros casos sí hay más "generosidad" (Capone) pero aún así da la sensación de que hubiera hecho alta algún episodio más para acabar dignamente y darle el correcto colofón a un producto así.
En BD se ha dado un extraño caso de que la primera temporada fue tan buena que la cosa sólo podía ir a peor, aunque la "caída" fuera siempre dentro de una línea de calidad innegable.
A pesar de todo, estamos ante una gran serie, muy digna de revisitar en el futuro y de tener un hueco en nuestra "serieteca".
Tramas como las del agente del FBI convertido en mafioso o las del hijo de Eli (hermano de Nucky) acaban de forma abrupta y demasiada gloria. En otros casos sí hay más "generosidad" (Capone) pero aún así da la sensación de que hubiera hecho alta algún episodio más para acabar dignamente y darle el correcto colofón a un producto así.
En BD se ha dado un extraño caso de que la primera temporada fue tan buena que la cosa sólo podía ir a peor, aunque la "caída" fuera siempre dentro de una línea de calidad innegable.
A pesar de todo, estamos ante una gran serie, muy digna de revisitar en el futuro y de tener un hueco en nuestra "serieteca".
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