lunes, 11 de enero de 2016

SÓLO ANTE... "EL DESPERTAR DE LA FUERZA"

Tras muchos años de espera, llegó el momento: la "nueva" de Star Wars, largamente ansiada por millones de fans en todos el mundo. Toneladas de ilusiones, expectativas, deseos... Demasiada presión para dejar contenta a tanta gente...


Detrás, un monstruo de Marketing detrás de una película al que saciar. Las necesidades comerciales son casi tan importantes (o más) que la historia e incluso que la propia película. En este contexto, es complicado que el ruido no acabe por destrozar las nueces y fagocitar cualquier intento de "evasión creativa". 

Pero vamos a al lío: 

"El Despertar de la Fuerza" funciona como película, eso es indudable. Si la función del cine es atrapar o, al menos, involucrar al espectador y hacerle "entrar por el aro", es indudable que el producto funciona. Lo hace porque tiene un ritmo endiablado, mantiene la tensión en todo momento y emociona. Eso lo consigue con creces. 

La  peli recupera con mucho acierto la esencia de las primera saga sin esconder su intención en ningún momento. Esto colma la vertiente "nostálgica" estaba en el imaginario de los seguidores, ávidos por saber más de unos personajes a los que los fans llevaban 40 años esperando. 

En el apartado actoral destacamos a la protagonista Daisy Ridley, que es un pepino de actriz, con fuerza y carácter para aburrir. Jhon Boyega (soldado imperial arrepentido que hará gran amistas con el personaje de Daisy) también lo borda, siendo su papel un trasunto del mitico Han Solo (un tipo que primero duda de sus lealtades pero que pasará a ser un héroe sin fisuras). Los dos, eje de la historia, cumplen con creces su cometido.


Mención aparte merece Adam River (Kylo Ren), actor con un fisico "especial" que -al menos para mí- representa un acierto más de casting. Su físico está muy acorde con el  personaje atormentado al que da vida y su trabajo está al nivel del resto, dando buena réplica a sus compañeros de reparto.

Los efectos especiales están dosificados correctamente y no se comen la historia, como pasara en la última trilogía de la saga. En este caso no agobian ni marean, si no que están al servicio de la trama y no son LA TRAMA.

Ahora vamos con lo malo: la historia. Digo malo porque es una pena que los guionistas y productores de la peli no se han molestado nada en hacer un "refrito" mal disimulado de "Una nueva esperanza", la primera entrega primer serie de películas. No se trata de un detalle menor, ya que lastra bastante el balance final de lo que podría haber sido un producto más redondo.

No es necesario decir que Hollywood vive hace mucho tiempo una crisis de ideas nuevas que asusta, pero en casos como este uno se pregunta si es tan complicado hacer un homenaje sin necesidad de llegar al extremo de tomar al espectador por imbécil.



El balance final de "El despestar de la Fuerza" es que lo positivo supera a lo negativo y que se trata de un más que agradable reencuentro con un universo cercano y querido. No es una obra maestra (tampoco creo que lo sean las antiguas entregas) pero sí es entretenida y dinámica. Se podría haber hecho mejor, pero también muchísimo peor...


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