No será la última vez que hable de cómics en este blog. No en vano existen muchas series y películas actuales que están basadas en tebeos, estableciéndose una relación entre ambos medios que tiene visos de dar muchos frutos en los próximos años.
Un de los ejemplos más palpables de este "matrimonio" es Walkind Dead, uno de los cómics más exitosos de los últimos y creación del gran guionista Robert Kirkman. En esta obra, el autor hace un retrato desgarrador sobre las vidas de los supervivientes de un "Holocausto zombie" que sacude a los EEUU hasta sus cimientos.
La premisa la conocemos por la TV, pero el tono de las viñetas del autor norteamericano es mucho más oscuro y abrumador que el de la pequeña pantalla, dando como fruto una historia desgarradora por su realismo y humanidad. Kirkman no da respiro al lector, dando mazazo tras mazazo sin piedad y mostrando una cara del ser humano tan sincera como desoladora.
Al contrario que otras historias sobre o "de" Zombies, éstos ocupan un lugar muy secundario en el tebeo. Mientras que muchos autores los utilizan como reclamo publicitario, Kirkman huye en todo momento de un uso y abuso de los tetricos muertos vivientes (mucho menos de su vanalización) y los convierte en una amenaza muy presente y aterrado, aunque siempre inferior a la que suponen propios supervivientes para sí mismos. Y es que el mensaje es muy claro: los enemigos verdaderos no son los "caminantes", si no los "vivos" y sus mochilas cargadas de miserias, miedos, complejos, etc. Mil defectos que se multiplican exponencialmente en situaciones limite.
El uso del blanco y negro en el tebeo nos propone la visión de un mundo gris y sin vida. El dibujo esquemático y duro de Charlie Adlard ayuda a sumergirnos en un universo inquietante como pocas veces se ha visto en el cómic.
Por el contrario, la adaptación televisiva apuesta por una versión un tanto más edulcorada que la del papel impreso. Los personajes son básicamente los mismos y la trama principal es similar, pero el tratamiento de las situaciones y las actitudes de los protagonistas varía bastante, dando como resultado un producto bastante más "suave" y adecuado al gran público.
En la producción de AMC no veremos unos personajes tan redondos y logrados, unas relaciones tan "humanas" (con todo lo que eso conlleva), esa suciedad que impregna todo en las hojas del tebeo... Veremos otra cosa, pero no esa sensación de vacío y vértigo que nos transmite Kirkman en su obra.
Es una pena que esa transición entre papel impreso e imagen real haya quedado tan lejos del original. La serie de TV se deja ver y tiene sus momentos, mientras que el cómic alcanza unas cotas de calidad bastante infrecuentes en el mundo del tebeo "comercial". Una lástima...
PD: si queréis ver una película que se acerca a lo que sentí al leer Walking Dead, os recomiendo ese peliculón titulado The Road. La atmósfera de ese film es la que, a mi juicio, debería haber tenido la serie de TV.