La trama: el protagonista de la peli es un predicador con cierto éxito en su profesión pero que hace tiempo que ha perdido la fé. Se trata de un tipo un tanto cínico y tramposo, cuyo gran objetivo vital es demostrar que muchas de las supuestas posesiones diabólicas que se dedicaba a "curar" no eran más que farsas o simples desequilibrios mentales.
Comentario: tras el pelotazo que supuso El Proyecto de la Bruja de Blair, ha habido un buen número de filmes que han buscado copiar esa fórmula de éxito sin ningún rubor, estirando el "chicle" hasta la saciedad. Los creadores de El Último Exorcismo han apostado precisamente por eso: plagiar sin complejos -y sin mucha gracia- la mítica peli de marras, haciendo una "revisión" un tanto plana y gris de la archiconocida historia del pueblecito de Blair.
La peli carece de personalidad propia e intenta ganarse al espectador con algún que otro susto predecible y una trama un tanto tramposa y con poca enjundia. Los elementos básicos son conocidos y no sorprenden; mucho menos la forma lineal y sin chispa de ponerlos en escena. Todo suena falso y forzado; poco consistente.
Los actores cumplen sin más, sin enamorar ni aportar ningún plus al resto del producto. Sosetes y poco creíbles, sobre el protagonista (muy sobreactuado en algunos momentos).
La fórmula del falso documental empieza a estar agotada, más si cabe si sólo es una excusa para hacer más de lo mismo sin aportar nada y con el fin de seguir chupando del tarro de taquillazos pretéritos... Una peli de miedo que no da miedo (a veces todo lo contrario) y que no aporta nada al género. Nada que merezca la pena ser visto.
Los actores cumplen sin más, sin enamorar ni aportar ningún plus al resto del producto. Sosetes y poco creíbles, sobre el protagonista (muy sobreactuado en algunos momentos).
La fórmula del falso documental empieza a estar agotada, más si cabe si sólo es una excusa para hacer más de lo mismo sin aportar nada y con el fin de seguir chupando del tarro de taquillazos pretéritos... Una peli de miedo que no da miedo (a veces todo lo contrario) y que no aporta nada al género. Nada que merezca la pena ser visto.
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